viernes, 10 de julio de 2009

Los violines comienzan a sonar. Él me lleva hacia la pista. Giro una, dos, veces hasta que me detiene, y me toma de la cintura. Me hace bajar lentamente. Se detiene y dejo que me suba en semicírculo, con un movimiento rápido y perfecto. Miro sus ojos, el azul se funde sobre el caramelo.
Él me mira otra vez, una mirada llena de lujuria. Pero yo no lo dejo y con una mano lo empujo, jugando; juego a que no lo deseo. Me doy la vuelta. Espero. Siento su mano en mi hombro y la otra en mi cadera, su mano recorre mi brazo hasta llegar a mi palma. La toma y me da vuelta; incitándome otra vez al juego. Nuestras miradas se vuelven a juntar, y el azul se vuelve a fundir sobre el caramelo; mezclándose.
Nos deslizamos, otra vez, sobre la pista. Al ritmo de la música, al ritmo de una canción aun más perfecta que cualquier tango; la canción del amor y la pasión.
La música deja de sonar, nos detenemos. Él me besa y yo le sigo, terminando con ese juego al que llamamos amor… para jugarlo de vuelta la próxima noche.


Al fin volví a publicar algo en este blog. Lamente no haber publicado desde abril, hasta creo que me había olvidado que existía. XD
Díganme si les gusta, me inspiró una canción de Lorena McKennitt "tango and roses". Se los digo por si la quieren escuchar, va bien de fondo.
En fin, espero que les guste, y otra vez perdón por no haber publicado antes.